JUEVES 21
Nos levantamos a las 4:30 de la mañana y tomamos unos polvitos de nestle mezclados con agüita marrón del río (hervida eh!), con nuestra pastilla diaria para prevenir la malaria. Cogemos un taxi que nos lleva a Accra (la capital, a unas 3 horas en coche desde Huhunya) y pasamos la “madrugada-mañana” mirando tro-tros (furgonetas) para comprar uno el próximo miércoles. Hay que buscar los que vienen de Europa y todavía no han sido matriculados en Ghana (aguantan muchísimo más…)
A las 12:00, después de patearnos la zona de tro-tros y desguaces, nos vamos a la oficina central en Accra de la compañía de teléfonos de Ghana para intentar conseguir de alguna manera internet en Huhunya; todavía estamos en ello… Teniendo en cuenta que sólo hay un sitio de internet en toda la región del este, sería todo un logro conseguirlo.
Después de 2 horas en la oficina, vamos a Somanya (entre Accra y Huhunya) a pelearnos otra vez con el encargado del Social Welfare (bienestar social ghanés…) en nuestro distrito. Todo sigue igual, aunque después de pagar las “tasas” de registro ¿?¿? de una ONG en Ghana (50€, una fortuna aquí…), parece que el hombre está dispuesto a “cooperar”.
De vuelta a Huhunya pasamos por Koforidua (la “capital” de la región del este, a 20 minutos de Huhunya) y aprovechamos para comprar algunas cosas para el orfanato (ollas nuevas, medicinas, …). Estar relativamente cerca de Koforidua es una gran ventaja para el orfanato, en ningún poblado se puede encontrar casi nada.
Después de un día muy largo, pensando que ya se había terminado la jornada, cenamos algo y nos fuimos a la habitación a planificar el día siguiente para irnos después a dormir. A la media hora, un niño de unos 11 años (Kwame) estaba picando a la puerta de nuestra habitación. Después de caminar 2 horas por bosque y carretera solo y en plena noche, había llegado a nuestro poblado (se había enterado de que estábamos por aquí…). Nos explicó que su hermana mayor estaba muy enferma y que nadie les podía ayudar (su casa está muy aislada) decidimos coger un trotro con él hasta el pueblo más cercano a su casa para ahorrarle otra hora de camino por carretera. Al llegar allá nos despedimos y cogimos un trotro de vuelta.
VIERNES 22
Después de un desayuno como el del día anterior y despertándonos a una hora más decente (las 7:00), salimos hacía Otrokper para visitar el orfanato del poblado. Realmente, hay mucho trabajo que hacer: el orfanato está más o menos igual que el de Huhunya el año pasado.
Hay unos 30 niños de menos de 12 años y sólo disponen de dos habitaciones. El problema más grave que tienen es de espacio, pero si todo va bien el martes habremos alquilado una casa con 5 habitaciones, dos baños y bastante terreno alrededor. La casa en la que estaban viviendo hasta ahora (donde duermen todos en el suelo…) se usaba como vivienda y escuela. Ahora pasará a utilizarse sólo como escuela. La nueva casa que vamos a pagar para el próximo año y medio se utilizará como vivienda, además de poder acoger a la gente que viene a trabajar en el proyecto durante este año.
Nadie ayuda al orfanato a cubrir sus necesidades básicas, por eso abriremos pronto un nuevo programa “De la mano” para ayudar en el día a día al orfanato de Otrokpe. En cuanto esté a punto os avisaremos para que quien quiera pueda apuntarse a través de nuestra web, pues ahora mismo el programa “De la mano” en Huhunya sigue cubierto. Para poder diseñar bien este nuevo programa necesitamos un poco más de tiempo.
Algunos niños del orfanato veían por primera vez a un blanco (obruni). La reacción más espectacular la podéis ver en éste vídeo (por suerte, pasadas unas horas, se acostumbraron a nosotros):
Bueno, hasta aquí una pequeña crónica de dos días en Ghana. Os dejamos con un video de ayer en Huhunya mientras llovía sin parar.
Un beso muy fuerte!